📅 Publicado el 20 de agosto de 2025
✍️ Por David Azmitia
Un día, el hijo de Blaise Pascal llegó corriendo y le contó a su padre:
"Papá, Dios nos guardó. ¡Salimos a salvo después de ese gran accidente!"
Pascal lo miró con calma y respondió:
"Hijo, Dios me guardó a mí también… pero de otra manera. Porque no me pasó nada."
En ese instante, Pascal le enseñaba algo profundo: la protección de Dios no siempre se nota de la misma manera. A veces nos salva de manera visible, otras veces trabaja en silencio, protegiéndonos de lo que ni siquiera sabemos que podría dañarnos. La misericordia de Dios actúa incluso en lo que no experimentamos; muchas veces, lo que no ocurre es tan valioso como lo que sí sucede.
1️⃣ La protección de Dios no siempre es visible – Dios puede cuidarnos tanto evitando el daño como preservándonos a salvo en medio de él.
2️⃣ La sabiduría está en reconocer lo invisible – confiar en Su obra incluso cuando no entendemos lo que está ocurriendo.
3️⃣ Cada situación tiene un propósito – los eventos que no vivimos pueden ser la manera en que Dios nos protege de lo que no vemos.
❤️ Confianza – saber que Dios cuida de nosotros, de manera visible o silenciosa.
💪 Fortaleza – vivir con esperanza y determinación, aceptando Su plan aunque no lo comprendamos por completo.
✨ Dios nos protege incluso en lo que no vemos; su misericordia silenciosa nos guarda y guía, tanto en lo que sucede como en lo que nunca llega a pasar.
Cuando sientas que algo “malo” ocurre o que algo “bueno” no llega, recuerda: Dios sigue actuando en tu favor. Su protección muchas veces se esconde en lo que no vemos. Confía en su plan, valora su cuidado invisible y sigue adelante con fe y esperanza.